Jesucristo Resucitado
El retablo es un encargo de la Parroquia Jesús Obrero de Puerto de Sagunto, Valencia. Está realizado en óleo sobre lino y mide 10 metros de largo por 6’5 metros de alto. Ocupa toda la pared del altar mayor. La obra se divide en 15 piezas proporcionales entre sí. El tema es Jesucristo Resucitado entre la gente de hoy, para ello me basé en el pasaje de Juan 21 cuando el Señor se aparece a sus discípulos en la orilla del lago de Galilea. El Retablo se realizó en el centro de Espiritualidad de la Fraternidad Misionera Verbum Dei en Siete Aguas, Valencia. Y se trabajó desde principios del 2011 hasta julio del 2013. Lo bendijo Don Carlos Osoro el 27 de Octubre de ese mismo año.
Breve explicación, proceso e inauguración Retablo Cristo Resucitado
Tres aspectos fundamentales:
- Simbolísmo Eucarístico focalizado entorno al Cristo Resucitado.
- La comunidad de los creyentes en torno a Cristo Resucitado.
- La representación del mundo de hoy. Playa y Puerto de Sagunto.
La figura central de la obra es Cristo Resucitado. El corazón de Cristo se sitúa en el centro justo del retablo, recordando el momento en el que Jesús dice de si mismo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, (Juan 14, 1-7).
La inspiración de este proyecto pictórico se basa en el pasaje Juan 21, 1-14:
“Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades…El discípulo a quién Jesús amaba dice entonces a Pedro: “Es el Señor”…Jesús les dice:”Venid y comed”…” y también en el capítulo sexto del Evangelio de Juan donde se habla del signo de la multiplicación de los panes y los peces, obrada por Jesús, y en el sermón del Pan de Vida que le siguió que es la promesa de la Eucaristía. El Señor Resucitado es quien reúne a la comunidad de los creyentes y parte y les reparte el Pan de Vida (Lucas 22, 19-20. Institución de la Eucaristía).
La plasmación del cuerpo espiritual del Resucitado se inspira en el pasaje de la Transfiguración: “Su cara se volvió resplandeciente como el sol y sus vestidos blancos como la luz” (Mateo 17, 2). La figura del Resucitado va vestida de luz blanca, resplandeciente, Él es el foco de luz en la obra, las personas que están alrededor de Él reciben su luz. “Yo soy la luz del mundo” dice el Señor. En el costado, en las manos y en los pies muestra las llagas del crucificado. Siguiendo la narración de Juan 20, 25-27 cuando Cristo mostró la herida de los clavos y del costado a los apóstoles ocho días después de Pascua, o de Lucas 24, 40: “Les mostró las manos y los pies, traspasados por los clavos de la crucifixión”. Cristo se sitúa en la arena junto a los creyentes que están en torno a Él, los más cercanos los niños: “Dejad que los niños se acerquen a mí” (Lucas 18, 15-17). El resto de personas están representadas en actitud de oración, algunos son sorprendidos por Cristo mientras trabajan, otros están en actitud de espera y otros vienen de lejos. Todos se dirigen hacia el Buen Pastor.
Por último quisiera destacar el Evangelio de Marcos 16, 14-18 en el que Jesús dice: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio”, de ahí que estén representadas personas de distinto sexo, raza, edad y condición, para resaltar la universalidad de la Iglesia y su misión apostólic